viernes, 20 de enero de 2012

La lluvia y otras inclemencias




Una de las cosas más complicadas cuando uno se marca un programa de entrenamiento es seguir haciéndolo a pesar de que haga frío o llueva. Viviendo en un lugar como Asturias, si sólo salimos a correr cuando hace bueno, poco vamos a entrenar. Muchas veces el frío es tolerable pero la lluvia hace que nuestra pereza aumente exponencialmente. A mi lo que me gusta pensar en estos casos es lo bien que se siente uno cuando llega a casa después de correr con frío e incluso con lluvia y se da una ducha caliente. Hay pocos placeres comparables a la sensación de entrar en la ducha cansado y muerto de frío y tener un rato para relajarse bajo el chorro ardiendo.
Lo mejor, cuando la pereza es muy grande y las condiciones adversas, es no pensar. Llegar a casa, ponernos la ropa de deporte y salir a la calle. Una vez en la calle no vamos a dar la vuelta. Si antes de cambiarnos o de salir empezamos a pensar en el esfuerzo que vamos a realizar y las pocas ganas que tenemos, yo por lo menos soy una auténtica experta en convencerme de que "ya entrenaré mañana" y justificarme de mil maneras. En mi caso tengo un trabajo que me obliga a estar todo el día sentada delante del ordenador. A lo largo del día tengo muchas veces ganas de coger los playeros y salir a correr, pero por algún motivo, cuando acabo la jornada y llego a mi casa me suele costar mucho arrancar. Por eso, he pensado que para la gente que tiene libertad de horarios, es una buena idea el salir a correr durante el día y compensarlo luego de alguna manera. Muchas veces es mejor parar media hora antes al mediodía, ir a echar una carrera, comer algo ligerito y luego de tarde trabajar media hora más, que salir primero pero sin ganas de hacer deporte. Es más, me atrevería a decir hasta que el rendimiento por la tarde sería mejor. Claro que no todos podemos hacer algo así, pero en muchas ocasiones podríamos ser más libres de lo que nos permitimos ser.
Uno de los grandes problemas a la hora de seguir una rutina de entrenamiento es el no darle al deporte la importancia que tiene y cambiar el correr por cualquier pequeño plan que surja. No se trata de volvernos unos asociales, ¡todo lo contrario! Pero tampoco podemos pensar que el ejercicio es algo que hacemos cuando no tenemos otro plan más divertido. Hay que aprender a decir que no a cosas y a priorizar el deporte. De todas formas, salir a correr 40 minutos tampoco tiene que estropearnos ningún plan. Se puede seguir yendo a cenar fuera, pero a lo mejor quedando media hora más tarde, ¿no os parece? Además, a los pocos días de empezar un plan de entrenamiento nuestra forma física y nuestra respiración mejora y enseguida somos capaces de empezar a disfrutar corriendo en lugar de verlo sólo como sufrimiento.

Esta semana he estado entrenando bastante suave. Mi plan es ir retomándolo poco a poco y comenzar el lunes que viene con el entrenamiento para el medio maratón. Empezaré de cero y os iré contando cuales son mis planes y como evoluciono. Por lo demás he conseguido hacer el video de Cindy todos los días. ¿Cómo vais vosotros? ¿Qué metas tenéis?

Una de las cosas importantes para que correr sea más divertido es ir escuchando música. Supongo que habrá gente a la que le resulte incómodo ir con cascos o que simplemente prefieran ir escuchando el sonido ambiente, pero en mi caso ir concentrada en la música me ayuda mucho. He de decir que soy una persona un poco extraña eligiendo la música que escucho para correr, lejos de elegir música cañera para ir más rápido suelo cargar mi mp3 con música animada pero melódica. Ultimamente me ha dado por ir escuchando fados. Y diréis...¿Qué tiene eso de animado?

Pues curiosamente hay fados muy animados que a mi me dan mucha energía cuando los escucho. Como otra de mis pasiones además del deporte son los idiomas, os dejo aqui con una de las canciones que más escucho desde hace unos meses y su traducción del portugués. ¡Espero que os guste mucho! (Si alguien sabe portugués y ve algún error estaré encantada de aprender)


María Lisboa - Mariza

Es pescadora, usa chancletas
Tiene movimientos de gata

En la canasta, la caravela
En el corazón, la fragata
En la canasta, la caravela
En el corazón, la fragatada

En vez de cuervos, en el chal,
Se vienen a posar gaviotas

Cuando el viento la lleva al baile
Baila el baile con el mar
Cuando el viento la lleva al baile
Baila el baile con el mar

El vestido es de conchas
Tiene algas en los cabellos

Y en las venas el latido
Del motor de una trainera
Y en las venas el latido
Del motor de una trainera

Vende sueños y olor a mar,
Proclama tempestades
Su nombre propio - María
Su apellido - Lisboa
Su nombre propio - María
Su apellido - Lisboa

3 comentarios:

  1. Para mi, el plan es correr el lunes y miércoles por la mañana antes del desayuno. El Martes tengo classe de yoga y el Jueves y Viernes tengo que atravesar la ciudad con la bici.
    Entonces no corro todos los días, pero me parece difícil porque mi cabeza me dice que no puedo mas de 20min. Mi problema es el mental! :-(

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  2. Correr bajo la lluvia mola! A oscuras no tanto.

    Entiendo lo de las excusas, soy un experto en darmelas a mí mismo para no correr, algunas de las broncas posteriores que me echo serían la delicia de un psicoanalista. Con lo que se agradece después...

    Siempre llevo en el mp3 bastante canciones que me motivan para correr (grupos como The Clash, Foo Fighters, Joy Division o Radiohead , y electrónica tipo Daft Punk o Mogwai). Un poco de furia ayuda a veces.

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  3. La descripción que has hecho del proceso de pereza es, al menos para mí, sorprendentemente precisa. Quirúrjicamente diría yo. :-) También es cierto, que cuando el tiempo o las ganas no acompañan, lo mejor es salir a correr lo antes posible. En el momento en el que entras en casa y te sientas, se acabó.

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